sábado, 28 de junio de 2008

El emborrachacabras

La primera vez que oí “emborrachacabras” me vino a la mente la imagen de algún aguardiente potente, como la auténtica absenta o algo parecido capaz de colocar y tumbar a los personajes mas fuertes y alocados que osaban tomarlo, incluso llegue a pensar que eso de estar como una cabra tendría relación con los efectos de haber ingerido el enigmático licor, pero descarte esa posibilidad, pues hasta el día de hoy, no se de ninguna cabra con desequilibrios mentales y falta de sensatez suficiente como para que sean punto de referencia y comparación a la tontería humana.

Seguí dando vueltas al tema hasta que descarte cualquier parecido o relación de los humanos y
las cabras. Incluso llegue a intuir notables diferencias en el comportamiento. Observe que los humanos mayoritariamente, por no decir todos, se rigen por el principio de la norma, es normal emborracharse un día, tirar una cabra desde un campanario, visitar el jardín botánico de flores sintéticas en la otra punta del mundo… es normal todo lo que se acostumbra hacer y sobre todo si tiene el visto bueno de la sociedad, ¡ojo¡ habréis observado que en ningún momento he dicho lógico, porque no lo es.

Siguiendo con mis elucubraciones, deduje que la idea de cierta falta de cordura e insensatez en las cabras, se debe a su afición de descender de las altas montañas por peligrosas y verticales
canales, saltando de peñasco en peñasco como si tal cosa ¡Están locas¡ pensé ¿Cómo se les ocurre hacer estas locuras?

Días mas tarde, mis amigos los simios me dieron la respuesta: las cabras actúan con la lógica y la capacidad, que la selección natural les ha concedido, para poder sobrevivir en la pequeña parcela de territorio que han podido conservar…es casi seguro que haría ya muchos años, estarían en la lista de los animales extinguidos, si para deambular por su territorio, lo hubieran hecho por los caminos “normalitos”…para nosotros los humanos.

Por la misma razón los humanos, si actuaran con lógica, no tirarían una cabra desde un campanario, sencillamente solo la sacrificarían en caso de ser necesario para alimentarse y antes de irse a visitar jardines de plástico exóticos, aprenderían a conocer su propia tierra para así saber mejor como cuidarla, respetarla y ser mas conscientes de que como simples usuarios que somos de ella, deberíamos dejar nuestro entorno igual o mejor que lo encontramos cuando nacimos…
Bonita elucubración ¿Qué será de los humanos, cuando el poder controle la normalidad y decrete la prohibición y persecución de la lógica?(reflexión de mis amigos los monos)
Llegado a este punto, abandone mis investigaciones por el temor de caer en una empanada sin retorno.

Pero un día, así por casualidad, deambulando como de costumbre por un paraje cerca de los pirineos, me tope con una curiosa planta. Eran unos pequeños arbustos que ya había observado en otras ocasiones pero sin sus pequeños y llamativos frutos que motivaron mi atención y curiosidad.


Me detuve unos minutos para descansar y tomar algunas fotografías .




Absorto y ausente del entorno, concentrado en contemplar y fotografiar mi reciente descubrimiento, no advertí que alguien se acercaba.

--Bonitos frutos ¿eh?

--Ni caso, pensé, el pesado de turno…ahora me preguntara que estoy haciendo….

--No se te ocurra probarlos, son “emborrachacabras”

¿…?¿? ¡Joder!...(hacia adentro). Me gire rápidamente y frente a mi, había una mujer mayor…quizás no tanto como su aspecto aparentaba.

--No lo sabía, me llamaron la atención sus frutos, conteste.

--Si son vistosos y de sabor dulzón; en alguna ocasión, personas inexpertas las ha llegado a confundir, cuando maduran, con las moras por el color negruzco que adquieren. Es un fruto muy tóxico para el hombre y la mayoría de los animales…en cambio las cabras, he visto como comían de esta planta y solamente les produjo un estado de embriaguez, que les desapareció al cabo de poco rato.



Aclarada la incógnita del curioso arbusto, me quede conversando un buen rato. Me comento que el veneno de esta planta, ya se conocía de muy antiguo, porque en el libro “Umbdat al-Tabib” los árabes del Andalus , ya hacían referencia de su peligrosidad.




También durante la guerra de la independencia contra Napoleón, hubo varios soldados franceses intoxicados por comer frutos del enborrachacabras y algunos murieron, como así consta, según sus palabras en “Essai sur les propietés médicales des plantes” Año 1816.

Además de la coriamirtina del fruto, causante de su gran toxicidad y otros alcaloides, este arbusto contiene abundantes componentes de tanino y desde muy antiguo, aquí en catalunya se recolectaba, se dejaba secar y se molía, luego lo utilizaban los curtidores para endurecer la piel de las suelas de los zapatos.

Todo eso y mucho más me contó aquella enigmática e interesante mujer,
de la que no supe ni el nombre. Tan solo me comento que era alemana, había venido a España hacía muchos años con su
compañero y ya en los últimos años se fueron a vivir a la montaña, en una casa solitaria que logre ver a lo lejos. Al cabo de un tiempo de estar allí su compañero se fue y ella se quedo sola, saliendo adelante elaborando mermeladas y compotas de los frutos del bosque y artesanía que fabricaba con materiales que la naturaleza le ofrecía, luego lo vendía en los pueblos cercanos a los que bajaba de tarde en tarde.

Se hizo tarde y nos despedimos con cierta pena…sabía que posiblemente no nos volveríamos a ver.

De vuelta a mi ciudad, Barcelona…no podía quitarme de la mente “el emborrachacabras” y la misteriosa mujer.

Han pasado ya unos años y cuando se me cruza en mi camino, otra vez este arbusto, como me ha sucedido estos días, me sigue viniendo a la mente como si la viera en ese mismo instante, aquella extraña mujer, con su enigmático encanto. . .

Empanada de: Franki

sábado, 7 de junio de 2008

La hora del Té

BBBbbbrrrrr!! La hora del Té, y yo con estos pelos.... quién me mandaría curiosear por aquí dentro.

Me siento oprimido...¿no se si sera por la fabada, o que me complico la existencia?




Grotte d'Engorner - Conflent - Francia

Fotografia: Franki